miércoles, 26 de octubre de 2016

Pintura de Guerra, h. 1990. Tino Casal

Pintura de Guerra, h. 1990
Tino Casal
 Acrílico y óleo sobre lienzo 
146 x 115 cm.
Tino Casal 
Tudela Veguín, Oviedo, 1950 – Madrid, 1991
Retrato de Tino Casal, h. 1989-90
Fabio McNamara y Tino Casal

Esto es un homenaje a este gran artista. Con motivo del reciente 25 aniversario de su pérdida, el pasado 22 de septiembre...

Sobre el pintor Tino Casal:

La pintura fue la primera pasión de Tino Casal y el lugar al que siempre volvía.

En su adolescencia se formó en la Escuela de Artes y Oficios de Oviedo. Compaginaba su estudio en el taller del pintor Fernando Reguera con sus actividades musicales en el grupo “Los Zafiros Negros”.

Aunque Casal pintó desde siempre, fue en los 90 cuando se tomó un respiro de la música para centrarse de lleno en la pintura y la escultura, “su deuda pendiente”. Siguiendo una necesidad de expresarse por un medio más libre, más personal e íntimo.

Fue un pintor de vanguardia que trabajaba con seriedad y entrega. La imaginación portentosa que expresaba con la pintura y escultura complementaba perfectamente a la que transmitía con su música.

Sobre este cuadro:

Lo que se ve:

Un tema abstracto que representa dos grupos de círculos concéntricos semejantes a ondas en el agua. Uno de ellos es atravesado (o quizá salga de él hacia el espectador) por una línea de fuerza que parece moverse de forma vertiginosa con el resto de la composición. 

El significado:


Formaba parte de una exposición individual del artista: "Pinturas de Guerra", que arrancaba en la sala de arte Moncloa (Madrid) en abril de 1991.

El título de la exposición se explica porque establece una guerra con cada lienzo, como una pequeña batalla donde se enfrenta a él “hasta un momento que tienes que coger el mando y ganarla”.

Este cuadro pertenece a su fase pictórica de los 90, su época de plenitud plástica. Se la denomina “abstracción mágica”. 

Él habla de la relación de su pintura con la sonoridad. Se sugiere un cosmos sonoro que es transmitido a través del color.

Esto tiene que ver con la teoría de Kandinsky que vincula el sonido con la pintura. Que tiene también ecos en la pintura órfica de Delaunay.

Se califica a su pintura de esta época como emocional, orgánica y romántica; obsesionada por la creación de espacio en la superficie plana del lienzo.

Los cuadros de Tino Casal son hedonistas, pues cobra importancia el goce estético, en el sentido de disfrutar de lo que sentimos ante una obra, el valor que le demos en nuestro interior. 

Tiene ciertas resonancias del action painting del Expresionismo Abstracto, pues evita la planificación formal al modo del Tachismo y usa el dripping.

Action Painting es una técnica y estilo pictórico popularizado por Jackson Pollock, una forma de expresionismo abstracto que se caracteriza por una pintura gestual, que usa métodos como el dripping y el pouring  en la que se dejan caer gotas, salpicaduras y chorretones de pintura sobre el lienzo, que a menudo se encuentra extendido sobre el suelo.

El Tachisme es un estilo de pintura francés (h.1940) que, al igual que el expresionismo abstracto norteamericano, pretende ser completamente espontáneo e instintivo, pero característicamente es más elegante y menos agresivo.

El propio Casal considera su obra impregnada de neosicodelia. Quizá en el sentido de proyectar el mundo interior de la psique.

La representación adquiere un sentido mágico.

Esto guarda relación con una determinada tendencia vanguardista de los años 70 que algunos autores denominan "Mitología individual".

Mitología individual: idea que proviene de la crítica literaria del romanticismo.  Surge cuando un creador conforma su propia historia, su biografía a medida y crea su personaje yendo más allá del orden cronológico y de los datos biográficos.

A todo aquel que quiera conocer la verdadera figura de Tino Casal le recomiendo este documental, dirigido por Pep Navarro Asensio, que ganó el 3er Premio al Mejor Documental Musical en el Festival Musiclip 2013. 



Fuentes:

Fernández, A. (dir.), Tino Casal. Ut Musica, Pictura. Fundación Municipal de Cultura (Catálogo de la exposición celebrada en el Centro de Arte Moderno Ciudad de Oviedo. Oviedo, Enero 1993), 1993.
Moral, M., (4 septiembre 2014). Los colores de Tino Casal. El Comercio. Recuperado de http://www.elcomercio.es/gente-estilo/201409/04/colores-tino-casal-20140904002420-v.html




martes, 11 de octubre de 2016

Torre Eiffel con árboles, 1910. Robert Delaunay.

Torre Eiffel con árboles. 1910.
Robert Delaunay.
Óleo sobre lienzo 52,4 x 34,2 cm.
Guggenheim Museum, Nueva York.

Robert Delaunay 
(París, 1885 - Montpellier, 1941)

Autorretrato, 1906. 
Óleo sobre lienzo, 54 x 46 cm. 
Musée National d'Art Moderne (Centro Pompidou), París.

Lo que vemos:

La imagen distorsionada y rota de la famosa torre.
Poca variedad de colores.
Descomposición de las formas.
Sugiere inestabilidad y cierta agresividad.

El significado:

Construida con motivo de la Exposición Universal de París de 1889, la Torre Eiffel era un emblema de vanguardia para los artistas de la época. Como torre de radio, encarnaba las comunicaciones internacionales y Delaunay soñaba con una Europa convertida en una comunidad global.

Delaunay le dedicó unos treinta de cuadros.

Por su apariencia, esta torre era apta para esa descomposición de las formas en la que estaban interesados los pintores cubistas.

La distorsión corresponde a una defregmentación totalmente cubista. La torre se muestra desde distintos puntos de vista, captando y sintetizando diversa impresiones a un tiempo.

La Torre Eiffel con árboles, marca el comienzo de la fase que el mismo Delaunay califica como “destructiva”: la forma sólida de sus obras anteriores se vuelve fragmentaria y comienza a desintegrarse.

Los edificios que la rodean se curvan como cortinas aludiendo a la idea tradicional, romántica, de la ventana abierta. Este recurso se ve quizá mejor en esta otra versión:
Torre Eiffel, 1911. Robert Delaunay.
 Óleo sobre lienzo, 202 × 138,4 cm. 
Guggenheim Museum, Nueva York.
La limitada paleta de colores es propia de sus primeras representaciones de la torre. Por ejemplo en esta otra obra: La torre roja, de 1913,  ya se ve un uso más expresivo del color. El fuerte contraste de colores vivos parece enfatizar la fragmentación.

La torre roja, 1913. Robert Delaunay.
Óleo sobre lienzo.160,7 x 128,6 cm.
Art Institute. Chicago

Esta obra forma parte de una exposición en el Guggenheim Bilbao:

Panoramas de la ciudad: La Escuela de París 1900 – 1945
22 de abril, 2016 – 23 de octubre, 2016

Fuentes: