lunes, 23 de marzo de 2015

El Imperio de las luces, 1954, Rene Magritte

El imperio de las luces, 1954
Rene Magritte
Óleo sobre lienzo, 146 x 114 cm.
Museo Real de Bellas Artes de Bélgica, Bruselas.

Qué vemos:

A primera vista parece no haber nada extraño en la imagen.
Un paisaje nocturno y un cielo a pleno día.

Qué hay detrás: 

La obra de Rene Magritte pertenece al Surrealismo. El título de esta pintura proviene de un poema de Paul Nougé (poeta teórico del surrealismo belga). Este es un retrato que Magritte hizo del escritor belga. 


Magritte es un pintor filósofo que nos habla de la traición de las imágenes. Plantea enigmas visuales que no siempre tienen solución. Muestra contradicciones.

Para ello hace combinaciones o fusiones imposibles de objetos cotidianos que por separado no nos sorprenderían. En este caso combina, en una imagen paradójica, el día y la noche.

Para entender un poco a este artista hay que decir que él no desea ser interpretado. Así defiende la verdadera esencia de su obra.   “La visión es lo que importa. Debe bastar con ver” . “Mi pintura son imágenes visibles que no ocultan nada; evocan misterio y, de hecho, cuando uno ve una de las pinturas, se hace esta simple pregunta  ‘¿Qué significa?’ Esto no significa nada, porque el misterio no significa nada tampoco, es incognoscible.”(R. Magritte).

Intentó, en otro cuadro, hacer la misma combinación pero a la inversa, con resultado insatisfactorio: El Salón de Dios, 1948. “Pintar un paisaje a pleno sol con un cielo nocturno (estrellas y luna en cuarto creciente); lo he pintado y vuelto a pintar y ¡es un fracaso total! (…) Puedo pensar en un paisaje soleado bajo un cielo nocturno. Pero verlo y reproducirlo en pintura solo es posible si uno es un dios. Mientras espero a llegar a serlo abandono el proyecto (…)”. 

                     
                                                            El Salón de Dios, 1948.


Bibliografía y enlaces:
GIMFERRER, P., Magritte, Editorial Polígrafa, Barcelona, 1986.
HAMMACHER, A., Magritte, Ediciones Júcar, Madrid, 1973.
http://www.renemagritte.org/







martes, 17 de marzo de 2015

Caballo en un paisaje, 1910, Franz Marc



Caballo en un paisaje, 1910, Franz Marc, 
Museum Folkwang, Essen. 
Óleo sobre lienzo, 85 x 112 cm.


Qué vemos:
El tema es sencillo, un caballo de espaldas y de fondo unas manchas de colores diversos que nos podría sugerir un paisaje.

Qué hay detrás:
¿Por qué esos colores? ¿y Por qué en manchas más bien planas? ¿Por qué un caballo?
  • Para Marc el animal, y sobre todo el caballo, es un ser espiritual superior al hombre, auténtico, incontaminado por la sociedad.
  • Utiliza el color de manera caprichosa y fantástica. Lo usa como principal herramienta expresiva.
  • Prefiere la planitud y composiciones organizadas en planos sucesivos, renunciando a la tercera dimensión –profundidad-.
  • Pretende que veamos el paisaje a través de los ojos del caballo.
  • Esta obra pertenece al Expresionismo, en concreto al grupo El Jinete Azul (Der Blaue Reiter).
  • Posteriormente, los caballos de Marc pasaron de tener movimientos ondulantes y vitales a reducirse a esquemas abstractos, de formas cristalinas y luminosas (ej. Dos caballos rojo y azul, 1912).
                              

Bibliografía:
GONZÁLEZ RODRÍGUEZ, A. M., Las claves del arte expresionista, Ed. Planeta, Barcelona, 1990.
VALERO MUÑOZ, A.,  Principios de color y holopintura, Editorial Club Universitario, Alicante, 2012.

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lunes, 9 de marzo de 2015

Fall, 1963, Bridget Riley.


Fall, 1963, Bridget Riley. 
 Tate, Londres.
Emulsión sobre tabla, 141 x 140,3 cm. 

Qué vemos:
  • Una serie de líneas verticales paralelas onduladas.
  • La forma en la que están trazadas nos produce sensación de movimiento, incluso llega a marear.

Qué hay detrás:
  • "Trato de organizar un campo de energía visual que se acumula hasta que alcance la máxima tensión", palabras de Riley sobre esta obra. "Fall" se puede traducir como "caída".
  • Esto es arte óptico (Op Art) una tendencia artística de mediados del s. XX.
  • Desmitifica el arte, reduce la obra a algo puramente visual.
  • Investiga sobre la infalibilidad del ojo, la pintura no es estática, cambia al mirarla. Produce movimientos, vibraciones y ondas en el ojo del espectador.
  • Recuerda a una obra de Victor Vasarely (considerado pionero de esta tendencia) titulada Zebra, 1950. A diferencia de éste, los cuadros de Riley parecen torcidos, sometidos a tensiones que provienen de fuera del cuadro.



Bibliografía:

miércoles, 4 de marzo de 2015

A propósito de Desnudo bajando una escalera...

Esta es una fotografía, realizada en 1952, donde aparece el propio Duchamp bajando una escalera.

El autor es Eliot Elisofon, un conocido fotógrafo documental y fotoperiodista estadounidense, nacido en Nueva York en 1911, que trabajó para la revista Life



Desnudo bajando una escalera se ha convertido en un icono del arte contemporáneo, siendo emulado por personajes de cine, TV o cómic. De izquierda a derecha: Homer y Bender, respectivamente de las series de animación Los Simpson y Futurama, C-3PO de la saga cinematográfica La Guerra de las Galaxias, y Calvin de Calvin y Hobbes, una tira cómica creada por Bill Watterson.




martes, 3 de marzo de 2015

Desnudo bajando una escalera, n. 2, 1912. Marcel Duchamp.



Desnudo bajando una escalera, nº. 2
1912. Marcel Duchamp. 
Museum of Art, Philadelphia.
Óleo sobre lienzo, 146 x 89 cm., 

Qué vemos:
~        El título ya nos sugiere qué ver. Ya nos parece ver algo similar una figura humana en movimiento, bajando unas escaleras.
~        La figura humana aparece representada varias veces: se han captado los distintos momentos del movimiento de descenso, como fotografías en ráfaga.

Qué hay detrás:
~             Tintes cubistas. Las superficies aparecen facetadas y simplificadas a sus formas geométricas y se representan desde distintos ángulos.
~        Las distintas fases del movimiento se representan a la vez, de este modo el autor introduce una cuarta dimensión: el tiempo. Las teorías matemáticas y geométricas divulgadas ese mismo año en un libro de G. de Pawlowski: El viaje al país de la cuarta dimensión, sugieren la existencia de una cuarta dimensión revelable en el análisis del movimiento de cualquier objeto tridimensional.
~        Muy relacionado con los estudios sobre la descomposición del movimiento en fotografía realizados unos cuarenta años antes por E. Muybridge y E. J. Marey. 

 Cronofotografía, h. 1882,  E. J. Marey

Bibliografía:
SOUGEZ, M. L., Historia de la Fotografía, Cátedra, 1994, Madrid.
ROMANO, E. (dir.), Duchamp, Los Grandes Genios del Arte Contemporáneo - El siglo XX, Ed. El Mundo, Madrid, 2006.


lunes, 2 de marzo de 2015

No entiendo el arte contemporáneo

¿Por qué no entendemos el arte contemporáneo? 

En particular el arte abstracto se nos suele poner cuesta arriba. Cuando visitamos un museo y nos sentimos ajenos a lo que tenemos delante: “yo de esto no entiendo” o pensamientos parecidos nos bloquean y pasamos rápidamente a la siguiente obra.

El problema es que intentamos encontrar formas conocidas, como cuando buscamos figuras en las nubes. Unas veces es más fácil porque hay cierto parecido con la forma real de la que se parte. Pero ¿qué pasa cuando lo que vemos no se parece a nada conocido? bien porque el nivel de abstracción es muy profundo o porque no se refleja una realidad visible, sino pensamientos, emociones del artista; ahí ya nos perdemos totalmente.

Pues pienso que no es necesario entender lo que estamos viendo para disfrutar de una obra de este tipo. Por supuesto, para sacarle todo el jugo a una obra de arte, lo mejor es conocer el ideario del artista. Pero las formas, los colores, la composición…nos transmiten unas sensaciones, independientemente de que conozcamos o no la historia de lo que ocurre en el cuadro. Esas primeras sensaciones quedarían, a mi ver, contaminadas si de antemano sabemos lo que nos quiere transmitir el autor.

Por eso animo a que, la próxima vez que nos veamos ante una obra de este tipo, simplemente nos permitamos sentir lo que nos transmita, que puede gustarnos o no, pero sin juicio previo y al margen de todo, incluso del autor.

Permitirnos crear nuestro propio diálogo con la obra.