viernes, 16 de diciembre de 2016

Grupo de Puteaux

Es un grupo de artistas y críticos relacionados con el cubismo que se reunían en el taller de los hermanos Duchamp en Puteaux, un suburbio de París.

 Hermanos Duchamp frente al taller de Puteaux, alrededor de 1910-1915. De izquierda a derecha: Jacques Villon, Raymond Duchamp-Villon y Marcel Duchamp.
Se formó en 1911 con ocasión de la muestra del Salón de los Independientes en la primavera de ese año. 

"Fue en la Exposición de los Independientes de París, cuando por primera vez el público tuvo la oportunidad de ver un conjunto de pinturas que no tenía aún ninguna etiqueta". (Albert Gleizes) 

Con ellos, el cubismo alcanza a un público amplio, ya que en aquella época Braque y Picasso exponían poco.


Integrantes
Jaques Villon
Raymond Duchamp-Villon
Marcel Duchamp
Guillaume Apollinaire
Robert Delaunay
Frantisek Kupka
Albert Gleizes 
Henri Le Fauconnier
Jean Metzinger
Francis Picabia
Fernand Léger 
Roger de La Fresnaye 
Georges Ribemont-Dessaignes
Alexander Calder
André Lothe
Marie Laurencin
Louis Marcoussis 
Alexander Archipenko 
Jeanne Rij-Rousseau

Este grupo se llama también Section d'Or (Sección de Oro) porque algunos de sus artistas habían recuperado para sus cuadros la sección áurea.

Sección áurea: sistema ideal de medidas y proporciones formulado en el Renacimiento por Luca Pacioli en su tratado La divina proporción, 1509, ilustrado por Leonardo da Vinci.


Luca Pacioli demostrando uno de los teoremas de Euclides
1495. Jacopo d´Barbari















Los integrantes de este grupo de Puteaux tenían inquietudes cubistas pero alejadas de la ortodoxia de Picasso y Braque. Pretendían crear una sólida teoría sobre el cubismo, un movimiento científico.

El primer manifiesto estético de la corriente es Del Cubismo, 1911, un ensayo realizado por Gleizes y Metzinger sobre los fundamentos del cubismo. 


En las primeras ediciones colaboraron numerosos artistas aportando grabados: Cezánne, Picasso, Derain, Braque, los mismos Metzinger y Gleizes, Léger, Duchamp, Gris y Picabia.


Sin título, Jean Metzinger.
Hombre con sombrero, Pablo Picasso.
















Fuentes:

Villalba, J. (dir.), Descubrir las vanguardias, Ed. Arlanza, Madrid, 2000.
Gutiérrez Burón, J., Las claves del cubismo, col. Las Claves del Arte, Ed. Planeta, Barcelona, 1990. 
Jiménez-Blanco, M.D., Cubismo y clasicismo: el lugar de Juan Gris en el relato cubista, El cubismo y los orígenes del arte del siglo XX en el Museo Thyssen-Bornemisza
VV.AA., Diccionario Akal del Arte del siglo XX, Ed. Akal, Madrid, 1997.
Peckler, A.M., Historia del Arte Universal de los siglos XIX y XX, vol.2, Ed. Complutense, Madrid, 2009.
http://www.descubrirelarte.es/2015/07/15/el-cubismo-de-gleizes-y-metzinger-en-la-juan-march.html 
http://www.uam.es/personal_pdi/ciencias/barcelo/pacioli/divina.html
http://mediation.centrepompidou.fr/education/ressources/ENS-futurisme2008/ENS-futurisme2008-07-section-or.html





miércoles, 23 de noviembre de 2016

Vasos, periódico y botella de vino, 1913. Juan Gris

Verres, journal et bouteille de vin, 1913. 
Juan Gris
Collage, lápiz de color, gouache y carboncillo sobre papel pegado a cartón.
45 x 29,5 cm.
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
Depósito de la Colección Telefónica
.

José Victoriano González-Pérez  “Juan Gris”  
(Madrid, 1887- Boulogne-Villancourt, Francia, 1927).

 
Retrato de Juan Gris, 1915. Modigliani.

Lo que vemos:

Un bodegón sin perspectiva ni apenas profundidad.
El tema aparece dividido por líneas verticales. 
Los objetos representados están muy simplificados pero se distinguen bien: una botella, copas, platos, un periódico.

El significado:

Es un bodegón cubista en formato de collage vertical

Gris había inventado el año anterior un nuevo sistema compositivo basado en una estructura geométrica superpuesta al tema figurativo.

Esta estructura a base de diagonales, verticales y horizontales, simplifica al objeto para explicarlo de la manera más clara.

En este caso la armadura es vertical. Franjas verticales estructuran la composición y deforman los objetos. Aún así, éstos son reconocibles.

Esta disposición impide una atmósfera real donde proyectar luces y sombras o crear perspectivas.

Las columnas sugieren una extensión infinita tanto vertical como horizontalmente. 

Los objetos están enormemente “sintetizados”. 
Reducidos casi a signos agrupados de forma ambigua: por ejemplo, un círculo es la base de la botella, el plato y la abertura de la copa. La silueta de cada objeto basta para identificarlo con el conjunto.

Las palabras impresas basta que aparezcan para aludir a un periódico o a un telegrama o a una etiqueta de marca.

En la cabecera del periódico un fragmento ("Serv-") alude a los vasos y botellas que hay a su lado. Gris recupera así, con cierta irreverencia, la tradición simbolista de las naturalezas muertas hechas desde el barroco en donde los objetos tienen su mensaje.

Respecto a su sistema de armadura lineal, en esta otra obra vemos una estructura distinta, en abanico; donde las diagonales fragmentan la composición en planos de vivos colores. El rostro se encuentra fragmentado y desde distintos puntos de vista. 

El fumador, 1913, Juan Gris.

La obra Vasos, periódico y botella de vino, se puede visitar actualmente en el Museo de Bellas Artes de Asturias, formando parte de la exposición: Colección Cubista de Telefónica (hasta el 8 de enero de 2017).



Fuentes:

Jiménez-Blanco, M.D., Cubismo y clasicismo: el lugar de Juan Gris en el relato cubista,  El cubismo y los orígenes del arte del siglo XX en el Museo Thyssen-Bornemisza.
VV.AA., Gris, Los grandes genios del arte contemporáneo español - El s.XX,nº. 27, Ciro Ediciones, Barcelona, 2006.  
http://algargosarte.blogspot.com.es






miércoles, 26 de octubre de 2016

Pintura de Guerra, h. 1990. Tino Casal

Pintura de Guerra, h. 1990
Tino Casal
 Acrílico y óleo sobre lienzo 
146 x 115 cm.
Tino Casal 
Tudela Veguín, Oviedo, 1950 – Madrid, 1991
Retrato de Tino Casal, h. 1989-90
Fabio McNamara y Tino Casal

Esto es un homenaje a este gran artista. Con motivo del reciente 25 aniversario de su pérdida, el pasado 22 de septiembre...

Sobre el pintor Tino Casal:

La pintura fue la primera pasión de Tino Casal y el lugar al que siempre volvía.

En su adolescencia se formó en la Escuela de Artes y Oficios de Oviedo. Compaginaba su estudio en el taller del pintor Fernando Reguera con sus actividades musicales en el grupo “Los Zafiros Negros”.

Aunque Casal pintó desde siempre, fue en los 90 cuando se tomó un respiro de la música para centrarse de lleno en la pintura y la escultura, “su deuda pendiente”. Siguiendo una necesidad de expresarse por un medio más libre, más personal e íntimo.

Fue un pintor de vanguardia que trabajaba con seriedad y entrega. La imaginación portentosa que expresaba con la pintura y escultura complementaba perfectamente a la que transmitía con su música.

Sobre este cuadro:

Lo que se ve:

Un tema abstracto que representa dos grupos de círculos concéntricos semejantes a ondas en el agua. Uno de ellos es atravesado (o quizá salga de él hacia el espectador) por una línea de fuerza que parece moverse de forma vertiginosa con el resto de la composición. 

El significado:


Formaba parte de una exposición individual del artista: "Pinturas de Guerra", que arrancaba en la sala de arte Moncloa (Madrid) en abril de 1991.

El título de la exposición se explica porque establece una guerra con cada lienzo, como una pequeña batalla donde se enfrenta a él “hasta un momento que tienes que coger el mando y ganarla”.

Este cuadro pertenece a su fase pictórica de los 90, su época de plenitud plástica. Se la denomina “abstracción mágica”. 

Él habla de la relación de su pintura con la sonoridad. Se sugiere un cosmos sonoro que es transmitido a través del color.

Esto tiene que ver con la teoría de Kandinsky que vincula el sonido con la pintura. Que tiene también ecos en la pintura órfica de Delaunay.

Se califica a su pintura de esta época como emocional, orgánica y romántica; obsesionada por la creación de espacio en la superficie plana del lienzo.

Los cuadros de Tino Casal son hedonistas, pues cobra importancia el goce estético, en el sentido de disfrutar de lo que sentimos ante una obra, el valor que le demos en nuestro interior. 

Tiene ciertas resonancias del action painting del Expresionismo Abstracto, pues evita la planificación formal al modo del Tachismo y usa el dripping.

Action Painting es una técnica y estilo pictórico popularizado por Jackson Pollock, una forma de expresionismo abstracto que se caracteriza por una pintura gestual, que usa métodos como el dripping y el pouring  en la que se dejan caer gotas, salpicaduras y chorretones de pintura sobre el lienzo, que a menudo se encuentra extendido sobre el suelo.

El Tachisme es un estilo de pintura francés (h.1940) que, al igual que el expresionismo abstracto norteamericano, pretende ser completamente espontáneo e instintivo, pero característicamente es más elegante y menos agresivo.

El propio Casal considera su obra impregnada de neosicodelia. Quizá en el sentido de proyectar el mundo interior de la psique.

La representación adquiere un sentido mágico.

Esto guarda relación con una determinada tendencia vanguardista de los años 70 que algunos autores denominan "Mitología individual".

Mitología individual: idea que proviene de la crítica literaria del romanticismo.  Surge cuando un creador conforma su propia historia, su biografía a medida y crea su personaje yendo más allá del orden cronológico y de los datos biográficos.

A todo aquel que quiera conocer la verdadera figura de Tino Casal le recomiendo este documental, dirigido por Pep Navarro Asensio, que ganó el 3er Premio al Mejor Documental Musical en el Festival Musiclip 2013. 



Fuentes:

Fernández, A. (dir.), Tino Casal. Ut Musica, Pictura. Fundación Municipal de Cultura (Catálogo de la exposición celebrada en el Centro de Arte Moderno Ciudad de Oviedo. Oviedo, Enero 1993), 1993.
Moral, M., (4 septiembre 2014). Los colores de Tino Casal. El Comercio. Recuperado de http://www.elcomercio.es/gente-estilo/201409/04/colores-tino-casal-20140904002420-v.html




martes, 11 de octubre de 2016

Torre Eiffel con árboles, 1910. Robert Delaunay.

Torre Eiffel con árboles. 1910.
Robert Delaunay.
Óleo sobre lienzo 52,4 x 34,2 cm.
Guggenheim Museum, Nueva York.

Robert Delaunay 
(París, 1885 - Montpellier, 1941)

Autorretrato, 1906. 
Óleo sobre lienzo, 54 x 46 cm. 
Musée National d'Art Moderne (Centro Pompidou), París.

Lo que vemos:

La imagen distorsionada y rota de la famosa torre.
Poca variedad de colores.
Descomposición de las formas.
Sugiere inestabilidad y cierta agresividad.

El significado:

Construida con motivo de la Exposición Universal de París de 1889, la Torre Eiffel era un emblema de vanguardia para los artistas de la época. Como torre de radio, encarnaba las comunicaciones internacionales y Delaunay soñaba con una Europa convertida en una comunidad global.

Delaunay le dedicó unos treinta de cuadros.

Por su apariencia, esta torre era apta para esa descomposición de las formas en la que estaban interesados los pintores cubistas.

La distorsión corresponde a una defregmentación totalmente cubista. La torre se muestra desde distintos puntos de vista, captando y sintetizando diversa impresiones a un tiempo.

La Torre Eiffel con árboles, marca el comienzo de la fase que el mismo Delaunay califica como “destructiva”: la forma sólida de sus obras anteriores se vuelve fragmentaria y comienza a desintegrarse.

Los edificios que la rodean se curvan como cortinas aludiendo a la idea tradicional, romántica, de la ventana abierta. Este recurso se ve quizá mejor en esta otra versión:
Torre Eiffel, 1911. Robert Delaunay.
 Óleo sobre lienzo, 202 × 138,4 cm. 
Guggenheim Museum, Nueva York.
La limitada paleta de colores es propia de sus primeras representaciones de la torre. Por ejemplo en esta otra obra: La torre roja, de 1913,  ya se ve un uso más expresivo del color. El fuerte contraste de colores vivos parece enfatizar la fragmentación.

La torre roja, 1913. Robert Delaunay.
Óleo sobre lienzo.160,7 x 128,6 cm.
Art Institute. Chicago

Esta obra forma parte de una exposición en el Guggenheim Bilbao:

Panoramas de la ciudad: La Escuela de París 1900 – 1945
22 de abril, 2016 – 23 de octubre, 2016

Fuentes:

lunes, 21 de marzo de 2016

Verde sobre morado, 1961. Mark Rothko.

Verde sobre morado, 1961. Mark Rothko.
Técnica mixta sobre lienzo. 258 x 229 cm.
Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid.

Mark Rohtko (Daugavpils, Letonia, 1903 - Nueva York, 1970). Autorretrato, 1936.  


Lo que vemos:

Un rectángulo de color verde sobre un fondo morado.
Los colores son lisos y puros.
Las tonalidades son apagadas.
El cuadro parece robar la luz, como un agujero negro.

El significado:

El cuadro es de gran formato, para conseguir un diálogo más íntimo con el espectador.

Esta obra es representativa de la llamada pintura de campos de color (color field).

En un post anterior, dedicado a una obra de Jackson Pollock, se habló de una pintura gestual, enérgica, emotiva, automática y espontánea; una pintura de acción (action painting). La pintura de campos de color sería una rama distinta de expresionismo abstracto. 

La pintura de campos de color sería otra forma, más abstracta y meditativa; que define el espacio con amplias superficies cromáticas.

El espacio es no representativo, no figurativo, puramente óptico. Está únicamente definido por el color.

Según el autor, la habitación roja de Matisse (Armonía en rojo, 1908), fue una de las fuentes principales de toda su producción abstracta.
Armonía en rojo (el postre), 1908. Henri Matisse.
Óleo sobre lienzo, 180 x 120 cm. 
Museo del Hermitage, San Petersburgo.

Rothko consideraba que el color puro era el mejor modo para expresar las emociones. Al igual que Kandinsky, creía que el color actuaba directamente sobre el alma y era capaz de producir emociones profundas en el espectador.

Verde sobre morado pertenece a la época madura de Rothko (1949-1970), caracterizada por varios aspectos:

La representación de una o varias formas rectangulares que flotan sobre la superficie del fondo sin llegar a destacar sobre ella.

Los contornos de estas formas son vagos y vibrátiles y parecen crecer desde el centro.

La pintura está aplicada con amplias veladuras transparentes y de forma irregular, cobrando así profundidad.

Los tonos sombríos e introspectivos son característicos de su obra de los años sesenta. 

La abstracción de Rothko no era vacía ni decorativa.
Quería que su pintura fuera una experiencia en sí misma:

"Mi Arte no es abstracto, sino que está vivo y respira", "mis pinturas son íntimas e intensas y son lo opuesto de lo que es decorativo".

"El Arte para mí es una anécdota del espíritu y la única manera de materializar su variada rapidez y su quietud”.

Él pretendía lograr una espiritualidad íntima en la que el espectador se sintiese totalmente inmerso en los cuadros, sin necesidad de más explicación.

Los campos de color de Rothko no representan nada, salvo un espacio intemporal de quietud y silencio.

Fuentes:


Imágenes:


martes, 2 de febrero de 2016

Retorno a Tipasa II, Javier Victorero

Retorno a Tipasa II,
2013, Javier Victorero.
150 x 190 cm.
Acrílico con pigmentos sobre lienzo.
Javier Victorero 
(Oviedo, 1967)

Esta vez, en lugar de comentar una obra “clásica” de la historia del arte contemporáneo, voy a hablar de una obra que pertenece a un artista que forma parte de la actualidad artística española.

Lo que vemos:

Color y geometría definen esta obra.
Una geometría tranquila, sin estridencias de color.
  
El significado:

Es una obra de abstracción geométrica. Su trabajo es no figurativo, con formas lineales, angulosas y planas.

Un rayo de sol atraviesa un cuerpo prismático y la luz se descompone en colores.

El artista asegura jugar con el misterio del color y con el poder de la luz, desde el punto de vista físico y espiritual.

Una pintura esencial, concentrada, meditativa, radiante, que se expande sobre la pared. Pintura delgada y cristalina, diamantina, luminosa... 

Todas ellas son palabras del crítico de arte y poeta Juan Manuel Bonet, que describen muy acertadamente la obra de Victorero.

«En los títulos siempre hago guiños a cosas de mi propia vida, que incluyen referencias literarias, la música, la propia pintura (…) busco transmitir mi sentimiento de la vida»

En 1953, Albert Camus publicó un texto titulado Retorno a Tipasa. Es un relato profundamente melancólico, en el que el escritor narra su regreso a uno de los territorios de su infancia, las ruinas de Tipasa.

Estos días puede visitarse en Madrid  la exposición individual En la quietud en la galería Utopia Parkway, del 14 de enero al 27 de febrero de 2016.


Fuentes: