Despertar al alba, 1941.
Joan Miró.
Temple
sobre papel, 46 x 38 cm.
Nueva York, colección particular
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Lo que se ve:
Un aparente caos de
líneas, figuras y colores sin orden.
El significado:
Esta obra pertenece a una serie llamada Constelaciones formada por 23 cuadros
pintados entre 1940 y 1941.
Para entender un poco la pintura de este artista...
Una pintura caracterizada por una absoluta falta de censuras,
evita incluso atribuir significados simbólicos a las imágenes porque las
justificaría, y la justificación es una censura.
Giulio Carlo Argan
Delante de un cuadro de Miró nos paramos como delante de un
precipicio, mirar adquiere un valor en sí.
Cesare Brandy
El arte de Miró es cándido y autoritario a un tiempo; ausente
y distraído como un juego infantil pero dueño de sí mismo como todo arte.
Werner Schmalenbach.
Aunque quizá a primera vista no lo parezca, tras cada cuadro hay un articulado proceso de preparación, de trabajo metódico y paciente.
Miró, en constante búsqueda y evolución, luchó por renovarse toda su vida con método
y disciplina y sin traicionar nunca su estilo. Cada peldaño en esta evolución es
la base de la construcción del siguiente en una armonía continuamente renovada e
incesante.
La Guerra Civil (1936-1939) afectó a
Miró profundamente, creando un sentimiento de desgarro que plasma en sus “cuadros
salvajes”, un grupo de obras llamadas de “realismo trágico”que representan figuras
aullantes, generadas por sus sentimientos de impotencia y aflicción, que se debaten
en la agonía.
Cabeza de mujer, 1938. Joan Miró.
Óleo
sobre lienzo. 46 x 55 cm.
Los Ángeles. Winston Collection.
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Tras esta culminación de su
desesperación comienza a desarrollar una búsqueda que desembocará en un nuevo
proyecto expresivo: las Constelaciones. La
emoción negativa ahora la transforma en un lenguaje poético sorprendente, una especie de
diálogo con el cielo a la escucha. Aúna su armonía discreta con una
efervescencia que es su válvula de escape.
“Sentía un profundo deseo de evasión.
Me encerraba libremente en mí mismo. La noche, la música y las estrellas
empezaron a tener un papel cada vez más importante en mis cuadros” (Joan Miró).
El inconsciente ha encontrado el camino para expresarse con
absoluta libertad dejando espacio a un automatismo de la escritura que aprovecha
los accidentes de la materia. Se vale de la técnica surrealista que prevé el
libre fluir de las imágenes.
Automatismo: método para producir pinturas o dibujos, según
el cual el artista suprime el control consciente de los movimientos de la mano,
dejando que la mente, liberada, actúe.
Símbolos y figuras: Hay una proximidad a los dibujos prehistóricos
del paleolítico, usa un lenguaje cada vez más cercano a los ideogramas.
Hay un empeño en vencer la resistencia de las cosas y obligarlas a transformarse en signos. Mujeres, pájaros y estrellas flotan sin puntos de apoyo y se asoman entre estrellas y medias lunas. El tema del pájaro, que aparece en esta época, recorre espacios ilimitados siguiendo trayectorias libres e imprevisibles. Los demás personajes se hacen indescifrables aumentando la connotación poética.
Ideograma: Signo gráfico que representa un concepto o idea de forma sintética. Los símbolos matemáticos o musicales, los kanji japoneses...
Arabescos, música y tonos alcanzan en este lienzo una extraordinaria armonía y riqueza.
Hay un empeño en vencer la resistencia de las cosas y obligarlas a transformarse en signos. Mujeres, pájaros y estrellas flotan sin puntos de apoyo y se asoman entre estrellas y medias lunas. El tema del pájaro, que aparece en esta época, recorre espacios ilimitados siguiendo trayectorias libres e imprevisibles. Los demás personajes se hacen indescifrables aumentando la connotación poética.
En esta obra, el color del fondo sugiere el despertar por la mañana con sus delicados pero intensos esfumados.
La música, que está presente en sus lienzos desde siempre, tiene un papel determinante en esta serie.
La
musicalidad hace correr los signos sobre el lienzo. La tesitura musical se
desarrolla con extrema fluidez sobre la transparencia de la superficie
pictórica. Para él había una analogía entre una nota musical y un toque de pincel.
Después de trabajar en el taller, por las tardes iba a leer poesía y
escuchar música, de Bach, Mozart, Vivaldi… Miró decía que era mirar el cielo y
ver una orquestación sinfónica de Haydn.
Rimbaud a los 18 años (1872) |
Diego Masson (1935, Tossa de Mar) director y compositor, hijo del pintor surrealista francés André Masson. |
En esta serie aumenta el poder de
evocación, el cielo convertido en un lugar para la inmensidad
fundida con las estrellas y la música. El
apego al tema del cielo recuerda al Miró que leía a Walt Whitman:
“Y sobre todo
el cielo, ¡el cielo! Lejanas, remotísimas, en ramilletes, asoman las estrellas
eternas”.
Walt Whitman (1819 -1892) fue un
poeta y ensayista estadounidense.
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“Miró digería la música y la poesía
(…) durante el proceso del sueño, a través del subconsciente colectivo (…). Esas
figuraciones oníricas nacían de dejar reposar en su alma toda esa influencia
poético-musical que había escuchado y leído la noche anterior”.
Joan Punyet
Miró, nieto del pintor.
ROMANO, E. (dir.), Miró. Los grandes genios del arte contemporáneo. El Siglo XX. 4 Biblioteca El Mundo. Milán, 2004.
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