Noche de frío espeso,1954 Aurelio Suárez Óleo sobre lienzo, 38 x 46 cm. Museo de Bellas Artes de Asturias |
Aurelio Leonardo Suárez Fernández (Gijón, 1903-2010) |
Lo que vemos:
Un paisaje nevado, habitado por una
pareja de seres imaginarios, uno está sentado en un
interior calentándose en un fuego mientras que el otro se
acerca desde el exterior con un ramo de flores en las manos.
El interior es a
la vez una especie de choza y un rostro que contempla la escena. Una luna de
forma ovoide preside el cielo nocturno. Un millar de puntos blancos sugiere
tanto el espesor de la nevada como el de un firmamento cuajado de estrellas.
Un profundo silencio se apodera de
toda la obra. Todo está quieto, tranquilo. El tiempo parece haberse detenido.
Un significado:
Ambos personajes están concebidos
con gran imaginación, a mitad de camino entre lo fantástico, lo animal y lo
humano, y son representantes de un principio masculino y otro femenino.
La figura femenina, sonriente y protegida por un tocado en forma de pechos de mujer, parece portar como regalo las dos flores del ramillete que repiten la forma de los pechos. Aurelio carga en ese personaje femenino toda la fuerza positiva que transmite este óleo.
Hay un juego de
contraposiciones:
- naturaleza frente al interior
doméstico.
- masculino frente a femenino.
- calidez del refugio frente a la
frialdad del azul nocturno y la gélida blancura del campo.
- vida (sugerida por el interior cálido y habitado) frente a muerte o más bien vida suspendida (reflejada por el exterior nevado).
Siguiendo con el juego de contraposiciones hay un ritmo cruzado que une dos diagonales opuestas:
- la figura femenina y la luna-huevo del cuadrante superior izquierdo (el principio femenino, activo, positivo).
- la figura masculina, pasiva, aparentemente triste y coronada por una piedra inerte, y el árbol seco del cuadrante superior derecho.
La choza antropomórfica es una hibridación entre objeto y ser animado característicamente surrealista.
La luna
tiene forma de huevo: en la obra de Aurelio la figura del huevo es especialmente
potente en cuanto a su simbolismo. Icono
de la potencia creadora de vida y de formas biológicas aún no desarrolladas, de
una actividad secreta aún por manifestar. Origen y misterio de la vida.
El paisaje es en conjunto un espacio imaginario, otra dimensión que tiene una poderosa carga de ensoñación.
La obra es deudora de la influencia del mundo
fantástico de El Bosco y Brueghel el Viejo, en cuanto a su orientación onírica y simbólica pero sin la carga de violencia de éstos. Tanto en
su formación artística como en la configuración de su universo iconográfico también contribuyeron maestros como Giotto, Patinir, El Greco o Goya.
En los momentos de escribir esta entrada se ha publicado el siguiente artículo en La Nueva España:
El hijo de Aurelio Suárez advierte: "Con una firma saco el legado de Asturias y no vuelve".
Con esta contundencia se manifestó Gonzalo Suárez Pomeda, hijo del pintor Aurelio Suárez, durante la presentación de la tercera donación de pertenencias del pintor al Museo de Bellas Artes de Asturias (que tuvo lugar el pasado 7 de noviembre de 2018), respecto a su profundo descontento con los responsables de cultura del Principado por el trato que dan a la figura y obra de su padre.
Fuentes:
· - FEAS
COSTILLA, L. (coord.), Artistas
Asturianos. Vol. III. Hércules Astur de Ediciones. Oviedo, 2002.
- https://www.aureliosuarez.es
· - http://www.museobbaa.com/obra/noche-de-frio-espeso/ - https://www.lne.es/sociedad/2018/11/08/museo-jovellanos-desprecia-obra-padre/2376758.html
·