Retorno a Tipasa
II,
2013, Javier Victorero.
150 x 190 cm.
Acrílico con pigmentos sobre
lienzo.
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Javier
Victorero
(Oviedo, 1967)
Esta vez,
en lugar de comentar una obra “clásica” de la historia del arte
contemporáneo, voy a hablar de una obra que pertenece a un artista que forma
parte de la actualidad artística española.
Lo que
vemos:
Color
y geometría definen esta obra.
Una
geometría tranquila, sin estridencias de color.
El
significado:
Es una
obra de abstracción geométrica. Su trabajo es no figurativo, con formas
lineales, angulosas y planas.
Un rayo
de sol atraviesa un cuerpo prismático y la luz se descompone en colores.
El
artista asegura jugar con el misterio del color y con el poder de la luz, desde
el punto de vista físico y espiritual.
Una
pintura esencial, concentrada, meditativa, radiante, que se expande sobre la
pared. Pintura delgada y cristalina, diamantina, luminosa...
Todas ellas son palabras
del crítico de arte y poeta Juan Manuel Bonet, que describen muy acertadamente la obra de Victorero.
«En
los títulos siempre hago guiños a cosas de mi propia vida, que incluyen
referencias literarias, la música, la propia pintura (…) busco transmitir mi
sentimiento de la vida»
En
1953, Albert Camus publicó un texto titulado Retorno a Tipasa. Es
un relato profundamente melancólico, en el que el escritor narra su regreso a
uno de los territorios de su infancia, las ruinas de Tipasa.
Estos
días puede visitarse en Madrid la exposición
individual En la quietud en la galería
Utopia Parkway, del 14 de enero al 27 de febrero de 2016.
Fuentes:
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